Dices que has renunciado a las armas
pero yo siento el hielo atravesarme
desde el fondo de tus ojos
y tus palabras no señalan
la acariciada fragilidad del
consuelo
Conozco el latido de tu corazón
y sé que la venganza
es el alimento de tu oscura raza
la batalla no ha hecho más que
empezar
He puesto coto a mi alma
he arropado mi pecho con malla de
acero
he abrazado la ceguera
que posee la certidumbre de tu odio
y me alerta del olor de tu miedo
mi cuerpo abriga la inmortalidad
mis ejércitos están preparados
aguardo bajo la espada milenaria del
ángel
a que brindes tus falaces ofrendas
de paz
Juras que soy tu adversaria más
amada
pero reconozco el veneno de tu
aliento
el goce que te inflige la tortura
y la capitulación de mis lágrimas
arrancarme súplicas de clemencia
y asesinarme con el escarnio
contemplar mi garganta quebrada
es el éxtasis que te encamina
hasta alcanzar el cielo de tu
infierno
Juras que jamás conociste mayor
deleite
que el tormento oculto en mis ojos
y el misterio de mis entrañas
desnudas
pero tu crueldad no necesita razones
y sé que no perdonas el agravio de
mi amor
ni la brevedad de mi cintura
huidiza
ante los embates de tu manantial
vacío
sé que no perdonas la cálida
belleza
ni que te mostrase el rostro más
puro del deseo
sé que odias la luz blanca de mi
cielo
Mis armas han sido bruñidas y
afiladas
las huestes se ocultan en
callejones
y bajo los arcos de la ciudad
eterna
el Tíber se desborda esperando la
sangre
que teñirá de rojo las flores de su
ribera
estoy lista para la guerra que
nunca cesa
como un día lo estuve para el amor
que nunca llega
estoy lista para reunirme contigo
en el fuego
he escuchado a tus perros ladrando
mi nombre
Cómo me gusta!
ResponderEliminarMe alegra que te guste ;)
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