El día que tú no ardas de amor, muchos morirán de frío.

sábado, 31 de mayo de 2014

Tiempos



No puedes culparme
si el destino ordenó para mí
condición de verdugo
vidas y vidas aprendiendo
refinadas técnicas para la tortura
de la mano de los mejores maestros

Y en este tiempo electrónico
donde hasta los sueños son mecánicos
y las guerras se libran en redomas
de asépticos laboratorios
en este tiempo
donde ya no hay lugar para el potro
o la rueda y el látigo
ni siquiera para la simple horca
o la rápida guillotina

Ahora el castigo es tan sutil
apenas perceptible
hay que andar con cuidado
envenenando sueños
pisoteando eso que llamáis esperanza
mostrando todas las caras del terror
sajando corazones con afilados dientes
sin dejar ni un rastro
de la caliente sangre que nos alimenta
asesinar
asesinar cuerpos, mentes
mientras lo permita
la corta estadía de una vida

Ahora menos que nunca
puedes acusarme de nada
cuando es tan fácil confundir
victima con victimario
cuando has ablandado mi emponzoñado corazón
con eso que llamas amor
cuando tu grito retumba en mi cabeza
como un eco
uniéndose a los alaridos de dolor
de todos mis muertos anteriores
ahora
ahora cuando sé que he fracasado en mi misión
ahora que para cerrar el ciclo
por fin sé quién es la ultima victima

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