Algunas flores adornan de rojo y violeta los muros recién encalados
en la casa de ventanas abiertas desde el amanecer. El sol revela intransitables atajos
en el suelo. Los vestidos están tendidos, aireándose de viejos dedos y perfumes, de historias enterradas.
El café borbotea en el fuego. Es el día, es la hora, todo está a punto para el
principio de un nuevo final.
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