Es octubre y se conmemora la lucha contra el cáncer de mama y el
cáncer infantil. En consecuencia, las redes sociales y las calles se
llenan de lazos rosas, personajes de comic, eventos y otros muchos
modos de apoyar la batalla contra este terrible mal del que todos somos
víctimas, directa o indirectamente.
Yo misma perdía hace apenas
un mes a mi tía Tere, una mujer que pasó la vida dedicada a los demás
primero dejándose su adolescencia y juventud en ayudar a su madre y
hermanos, después cuidando de su esposo y sus cuatro hijos, para
terminar siendo abuela-madre y criando a los nietos. Su vida no fue
fácil, perdió a un hijo con 28 años de una terrible y larga enfermedad y
más tarde a su marido. Perdió a un sobrino, hermanos y padres, pero
siguió adelante siempre alzando la voz por los más débiles. Era la
“roja” de la familia y a mí me encantaba tenerla de mi parte en las
discusiones políticas de sobremesa. Tenía ganas de vivir pero la vida
le reservaba otros planes. Siempre pendiente de los demás nadie se dio
cuenta de su enfermedad hasta que fue demasiado tarde. No hubo para
ella operaciones ni radio ni quimioterapia. Esperó su momento con la
misma entereza que siempre demostró y se fue, bella como siempre
también, apenas cuatro meses después.
Escribo esto porque hoy
veo tantas muestras de solidaridad en redes sociales y me pregunto si
sirve para algo. Sinceramente, no lo creo. Pienso que nos hemos
convertido en “comprometidos de salón” y en indignados de “actualidad” y
nos limitamos a seguir la corriente que manda la moda o la noticia del
día. Hoy toca llorar por el niño sirio en la orilla, pues lloremos
todos. Mañana hay que condenar el Toro de la Vega, pues eso hacemos.
Ahora hay que apoyar la lucha contra el cáncer y nos ponemos un lazo. Y
en un rato hemos olvidado.
Pero la realidad es que sólo actuando
sirven para algo nuestras reivindicaciones. Concretamente, con el
cáncer, sólo donando dinero a causas de investigación y de cuidados
paliativos o ayudando a cuidar enfermos estamos haciendo algo. Y por
supuesto, ¿de qué sirve que te pongas un lazo rosa si después apoyas y
votas a grupos políticos que recortan en sanidad y en investigación? De
nada. Puro postureo, tan de moda.
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