El día que tú no ardas de amor, muchos morirán de frío.

viernes, 25 de abril de 2014

Senderos
















No te burles si te cuento que me caigo de la cama,
si te digo que he caído en un abismo persiguiendo el rastro
de ese rayo que explosiona y fulgura blanca luz en tu espalda
(¡y como aman mis uñas los senderos ocultos de tu espalda!)
sin saber quien esparce el polvo de estrellas que me traza
si es la espada de tu cuerpo irrumpiendo en el mío
o el reflejo de la luna bañando mi cara,
no me mires cuando soy partículas que disgregas a golpes con tu piel
y se extravían en el infinito vacío de tus ojos cerrados,
tibias pavesas que refulgen delirantes alrededor de tu sombra,
titilantes centelleos que se cuelgan en la punta de tus dedos, suplicando
dame forma, dame forma, dame forma
y créame, hazme crecer un radiante cuerpo de luna a tu antojo,
con tu ávida boca, tus mordaces ojos y la ternura en tus manos.

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