El día que tú no ardas de amor, muchos morirán de frío.

lunes, 21 de abril de 2014

Marta Abbadia, maravillosa mujer y genial escritora, me ha dedicado un poema y estoy que no me lo creo. Gracias Marta, por tu amistad, por tus poemas y por ser como eres (madre de Inés Martín Munuera, entre otras muchas cosas, además). Aquí... está, lo comparto, porque me siento muy orgullosa. Y porque es ¡precioso!

PARA SARA (sin amor y en pelos):
Y eres.
Estás tú
sola, mujer.
Pero tu soledad
es tu mar y te contiene.
Agradece. Bendice tu soledad,
salúdala con respeto y celebra su mañana,
baila su canción de agua y espuma y cántala y goza.
Danza al son de su ser. Enhebra entre tus pies su zigzagueo,
adorna su tictac de castañuela con tu risa y con tu luz.
Porque es tu casa. No la dejes ir, porque es amiga.
No la abandones, porque rondará hasta tu final.
hasta la orilla adonde nadas. Te espera sola
también sola soledad, como en el parto
como la muerte. Atrévete a su paz
a vivir así, tranquila y sola y tú
en el acervo de tus días, tú
en su devenir de ola, tú
en el caer y ser y tú
tu dulce umbría
tú misma tú
siendo tú
sola
así
 
 

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