Mira, apenas
he dormido después de una eternidad
anhelando lo
que traería la magia esta mañana
como una
niña, como la niña
buscando por
todos los rincones de la casa
ese deseo,
esa sorpresa, a ti que jamás llegas
Escucha,
abrí los ojos y no estaban los presentes
ni, lo que
es peor, la sombra muda de tu cuerpo
como un
niña, como la niña
impaciente
descorro las cortinas y desde un cielo
hielo
azulete la luna guasona sonreía
Sonríe tú, no
importa ya que el infinito se nos acabe
ni que
agonice la promesa que reparte la magia
como una
niña, como la niña
seguiré escarbando
detrás de relojes rezagados
y marcos con
polvorientas fotos amarillas
Toca, ya sé
que son las tantas pero la piel chispea aún
para tus
dedos y llora el rocío que acallará tu sed
como una
niña, como la niña
juego a inventarte
y besar tu boca cada madrugada
a ti, que
fuiste todo para mí, excepto mío
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