El día que tú no ardas de amor, muchos morirán de frío.

miércoles, 6 de enero de 2016

De magia y otros milagros



Mira, apenas he dormido después de una eternidad
anhelando lo que traería la magia esta mañana
como una niña, como la niña
buscando por todos los rincones de la casa
ese deseo, esa sorpresa, a ti que jamás llegas

Escucha, abrí los ojos y no estaban los presentes
ni, lo que es peor, la sombra muda de tu cuerpo
como un niña, como la niña
impaciente descorro las cortinas y desde un cielo
hielo azulete la luna guasona sonreía

Sonríe tú, no importa ya que el infinito se nos acabe
ni que agonice la promesa que reparte la magia
como una niña, como la niña
seguiré escarbando detrás de relojes rezagados
y marcos con polvorientas fotos amarillas

Toca, ya sé que son las tantas pero la piel chispea aún
para tus dedos y llora el rocío que acallará tu sed
como una niña, como la niña
juego a inventarte y besar tu boca cada madrugada
a ti, que fuiste todo para mí, excepto mío


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