El día que tú no ardas de amor, muchos morirán de frío.
miércoles, 18 de junio de 2014
La partida
A veces el juego se pone
arriesgado. Podemos abandonar la partida o, si vale la pena y no nos falta
valor, apostar fuerte y seguir jugando. Otros optan por romper la baraja… a la
altura del corazón.
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